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Guía completa: Cómo regar tus plantas de cannabis

Guía completa: Cómo regar tus plantas de cannabis

Un mal riego puede arruinar tu cultivo, incluso con la mejor genética

Puedes tener la mejor genética del mercado y un sustrato premium, pero si fallas en el riego todo se desmorona. En cannabis, regar no es echar agua: es dominar la frecuencia, el volumen, la calidad y el momento exacto en el que la planta lo necesita.

Hacerlo bien es lo que separa a un cultivador técnico de uno que improvisa.

¿Cada cuánto regar cannabis en interior?

No existe una regla universal, pero sí un concepto clave: el dryback, es decir, el porcentaje de secado del sustrato entre un riego y el siguiente.

    • En tierra, el dryback es lento, irregular y difícil de controlar. Aquí el exceso de riego es un problema real: el sustrato puede quedar saturado durante días, asfixiando las raíces y favoreciendo hongos. La regla práctica es volver a regar cuando la maceta haya perdido un 30–50 % de su peso respecto al peso saturado. En términos sencillos: cuando los primeros 2–3 cm estén secos y al levantar la maceta notes que pesa mucho menos, es el momento de regar.
    • En coco, el dryback es rápido y uniforme. Incluso empapado, el coco retiene oxígeno, lo que permite trabajar con secados más frecuentes agresivos. El rango ideal es 20-40 % de pérdida de humedad antes de volver a regar según estemos en fase vegetativa o generativa. Esto abre la puerta a varios ciclos de hidratación y oxigenación en un mismo día, especialmente en floración avanzada.

    La frecuencia de riego: tierra vs coco

    Aquí está la diferencia real entre ambos sustratos: la frecuencia de riego.

    En resumen: en tierra la frecuencia es limitada por la estructura del sustrato, en coco es la herramienta más poderosa para dirigir el cultivo.

      Dryback en tierra vs coco: diferencias clave

      Hidroponía y coco: precisión absoluta


      En hidroponía, el riego se convierte en fertirrigación constante. Las raíces están en contacto directo con la solución nutritiva, lo que obliga a controlar a diario pH (5,5–6,0).

      En coco que se debe de tratar como lo que es, un medio hidropónico; la lógica es la misma: cada ciclo de riego debe aportar nutrientes frescos y oxígeno. Aquí el dryback y la frecuencia de riego son la forma más directa de influir en la fisiología de la planta.

      Esquejes y plántulas: cómo regar al inicio

      En esquejes y plántulas, la prioridad no es la cantidad de agua, sino mantener un ambiente húmedo y oxigenado.

      • Humedad ambiental: 70–80 % con propagador.
      • Pulveriza hojas con agua a pH 5,8–6,0.
      • Riega el sustrato lo justo para mantenerlo activo, sin encharcarlo.

      Nota importante: en sustratos totalmente inertes como la lana de roca, es necesario prefertilizar con una solución ligera (EC 0,4–0,6) antes de introducir el esqueje. Regar solo con agua desestabiliza el medio y bloquea el arranque radicular.

      El pH del agua: el gran olvidado

      Un pH fuera de rango bloquea nutrientes aunque uses los mejores fertilizantes.

      • Tierra: 6,0–6,5
      • Coco e hidroponía: 5,5–6,0

      Medir y ajustar el pH antes de cada riego no es opcional.

      La mejor hora para regar

      Siempre al inicio del ciclo de luz. La planta aprovecha mejor el agua y los nutrientes durante el día y reduces el riesgo de hongos al evitar humedad excesiva en la noche.

      Nunca riegues justo antes de apagar las luces.

      Manual o automático: cómo elegir

      Regar a mano funciona y lleva años dando resultados, pero igual que nos cambiamos del sodio al led cada vez son más cultivadores los que están dando el cambio al riego automático. A medida que escalas, un sistema automático es la única forma de mantener precisión y consistencia:

      • Asegura drenajes correctos.
      • Evita olvidos y excesos.
      • Mejora la homogeneidad y el rendimiento total.

      En Netadrip diseñamos dos soluciones específicas:

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        Conclusión

        El riego es la herramienta más poderosa para dirigir un cultivo. En tierra, la clave está en evitar el exceso, respetar el 30–50 % de dryback y no tener miedo al drenaje, porque también ayuda a mantener el NER. En coco, el secado es tu aliado: 30–40 % de pérdida de humedad y varios riegos diarios con drenaje son la estrategia que lleva a la planta a su máximo potencial.

        Esto es solo la introducción. Si quieres una masterclass completa sobre riego en coco, con estrategias avanzadas de frecuencia, EC y drenaje, hemos preparado un ebook gratuito que es la guía más completa en español sobre el tema.

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